De una niña curiosa en la cocina a una emprendedora que ha compartido la magia de la repostería con miles de personas ✨
Desde muy pequeña, recuerdo el aroma de los pasteles caseros que llenaba nuestra cocina. Era más que solo hornear; era crear momentos de felicidad. Mi abuela fue mi primera maestra, enseñándome que cada ingrediente tiene su momento perfecto y que la paciencia es el secreto de los mejores sabores.
Lo que comenzó como una curiosidad infantil se convirtió en una pasión que guiaría toda mi vida profesional.
Un día me dije: "¡Ya basta de hacer pasteles solo los fines de semana!" Así que me lancé de lleno a aprender todo lo que pudiera. Tomé cursos con maestros increíbles, devoré libros de repostería (y muchos pasteles en el proceso 😄), y experimenté hasta que mis vecinos ya no sabían qué hacer con tantos postres.
Descubrí que la repostería es como magia: un poquito de ciencia, mucho arte, y muchísimo amor. ¡Y cuando encuentras esa fórmula perfecta, es adictivo!
La repostería no es solo mezclar ingredientes; es ciencia, arte y amor en perfecta armonía.
¡Y aquí nació la aventura de verdad! En el hermoso Veracruz abrí "La Cereza del Pastel". Durante más de 12 años increíbles, mi pequeño rincón dulce se convirtió en parte de las celebraciones más importantes de las familias veracruzanas.
Lo más lindo de todo es que cada cliente se volvía parte de mi gran familia. No solo hacía pasteles; creaba sonrisas, lágrimas de felicidad, y esos momentos que guardas para siempre en el corazón. ¡Eso no tiene precio!
Paralelamente a mi pastelería, comencé a enseñar. Ver el brillo en los ojos de mis estudiantes cuando lograban el betún perfecto o cuando su primer pastel quedaba hermoso, me llenaba de una satisfacción diferente.
He tenido el privilegio de formar a cientos de estudiantes, muchos de los cuales hoy tienen sus propios negocios exitosos. Su éxito es también el mío.
La vida me trajo a la Ciudad de México, y con ella, nuevos retos y oportunidades. Dejar Veracruz fue difícil, pero sabía que era el momento de expandir mis horizontes y llevar mi pasión a un nivel diferente.
Este cambio me permitió reinventarme y crear algo completamente nuevo: Sukha.
Sukha representa la evolución de todo mi conocimiento y experiencia. Es más que un negocio; es mi legado. A través de cursos online, llego a estudiantes de todo México y Latinoamérica.
Mi extracto de vainilla premium y los pasteles personalizados mantienen viva la tradición artesanal, mientras que los cursos digitales democratizan el conocimiento de la repostería profesional.